1. Dadle todo cuanto desee, así crecerá
convencido de que el mundo entero le debe todo.
2. Reídle todas sus groserías, tonterías
y salidas de tono: así crecerá convencido de que es muy gracioso y no entenderá
cuando en el colegio le llamen la atención por los mismos hechos.
3. No le déis ninguna formación
espiritual: ¡ya la escogerá él cuando sea mayor!
4. Nunca le digáis que lo que hace está
mal: podría adquirir complejos de culpabilidad y vivir frustrado. Primero
creerá que le tienen manía y más tarde se convencerá de que la culpa es de la
sociedad.
5. Recoged todo lo que vaya dejando tirado:
así crecerá pensando que todo el mundo está a su servicio; su madre la primera.
6. Dejadle ver y leer todo: limpiad con
detergente, que desinfecta, la vajilla en la que come, pero dejad que su
espíritu se recree con cualquier porquería. Pronto dejará de tener criterio
recto.
7. Padre y madre, discutid delante de él,
así se irá acostumbrando. Y cuando la familia esté ya destrozada lo encontrará
de lo más normal, no se dará ni cuenta.
8. Dadle todo el dinero que quiera: así
crecerá pensando que para disponer de dinero no hace falta trabajar, basta con
pedir.
9. Que todos sus deseos estén satisfechos
al instante: comer, beber, divertirse,…¡De otro modo podría acabar siendo un
frustrado!
10. Dadle siempre la razón: son los
profesores, la gente, las leyes… Quienes la tienen tomada con él.
"Y cuando su hijo sea ya un
delincuente, proclamad que nunca pudisteis hacer nada por él".