Este trabajo muestra que
las estructuras del cerebro destinadas a procesos críticos para el aprendizaje
son vulnerables a las circunstancias ambientales de la pobreza, como el estrés,
la escasa estimulación y la nutrición. "El desarrollo de estas regiones del
cerebro parece sensible al entorno y la crianza del niño", concluyen los
autores del estudio,publicado en JAMA Pedriatics.Tanto es así, que los autores de este estudio cuantifican
que estos problemas de desarrollo cerebral explicarían hasta el 20% del bajo
rendimiento de los menores con pocos recursos.
Los autores cruzaron la
información de las resonancias cerebrales con la del rendimiento de estos
menores, llegando a la conclusión de que la falta de desarrollo de la materia
gris explicaría entre el 15% y el 20% de los déficits de aprendizaje de los escolares
por debajo del umbral de pobreza. "Con estos datos, hemos demostrado que
los niños de hogares con bajos ingresos muestran un desarrollo estructural
atípico en varias áreas críticas del cerebro, incluyendo el total de la materia
gris, el lóbulo frontal, el lóbulo temporal y el hipocampo", concluyen
Nicole Hair y el resto de autores.
Fonte: El país