Normalmente, en los centros de enseñanza
en los que coexiste más de una lengua, cada asignatura se imparte en un solo
idioma y se evita mezclar ambos, pero ¿tiene sentido esa norma? Un estudio del
Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) en colaboración con la
Universidad de Bangor (Reino Unido) ha puesto a prueba ese precepto y ha
demostrado que aprender nuevos conceptos en una sola lengua no conlleva ninguna
ventaja frente a hacerlo en un contexto bilingüe real, ya que quienes los
aprenden en dos lenguas los adquieren exactamente igual.
“Un hábito sin base científica”
Mientras en las sociedades bilingües las
lenguas se alternan en la vida cotidiana de una forma natural y espontánea, y
se pasa de una a otra en función de las circunstancias comunicativas, hasta
ahora en las escuelas bilingües se ha evitado esta alternancia natural de las
lenguas asumiendo que mezclarlas podría conllevar peores procesos de
aprendizaje.
“Parece que la regla de un idioma por
asignatura es un hábito que no cuenta con base científica alguna”
“Este estudio demuestra que acercar la
realidad lingüística de la escuela a la que impera en la sociedad no tiene un
impacto negativo en el resultado de los procesos educativos, y en cambio sí
favorece un bilingüismo más real”, afirma Duñabeitia. Según él, “a la luz de
estos resultados, parece que la regla de un idioma por asignatura es un hábito
que no cuenta con base científica alguna, y este estudio supone un nuevo
ejemplo de cómo la neurociencia cognitiva puede contribuir a mejorar los
procesos educativos”.
- Aprender nuevos conceptos en una sola lengua no ofrece ninguna ventaja frente a hacerlo mezclando dos idiomas.
- Tras someter a 100 individuos a un test de aprendizaje se ha descubierto que la velocidad de respuesta y la tasa de error es similar entre quienes realizaron la prueba en una lengua y quienes la hicieron en dos.
- Este estudio se ha publicado recientemente en la revista científica Plos One.