Cuando a un niño o una niña le
son detectadas altas capacidades intelectuales de manera precoz, aunque no es
por supuesto extrapolable a todos los casos, cabe la posibilidad de que
paralelamente, podamos observar ciertas dificultades en algunas de las áreas,
para las que cognitivamente ha de encontrarse preparado a la hora de
desarrollar determinadas habilidades que van a exigirle en el contexto escolar.
Tal es el ejemplo de la denominada Disincronía Psicomotriz,
término acuñado por Jean-Charles Terrassier en el año 1994:
- Disincronía intelectual – psicomotora:
la mayoría de los niños superdotados – altas
capacidades intelectuales aprenden con gran precocidad a leer;
sin embargo, pueden tener problemas con la escritura puesto que su
evolución motora es más lenta. Resulta difícil coordinar una gran agilidad
mental con los movimientos, aún torpes, de una mano infantil. Sin embargo,
estos niños suelen trazar dibujos o escribir con gran frecuencia, dado su
carácter curioso e inquieto. Forzar a los superdotados para que empiecen a
escribir sin estar preparados puede provocarles estados de ansiedad e
insatisfacción. (Fte
Wikipedia).
Sabemos que la disincronía no algo exclusivo de la alta capadidad. El
desarrollo de toda persona es asincrónico, no lineal; aunque bien es cierto que
cuando el desarrollo de ciertas habilidades es muy notable en comparación con
el grupo de niños y niñas de la misma edad cronológica, estas diferencias entre
los “distintos desarrollos” se hace más patente o más visible, tanto en cuanto
a la psicomotricidad gruesa (movimientos desarrollados en
los cambios de posición del cuerpo y la capacidad para poder mantener el
equilibrio), como en cuanto a la psicomotricidad fina(movimientos
o acciones que implican pequeños grupos musculares de cara, manos y pies).
¿POR QUÉ SE HACE NECESARIO LOGRAR UN DESARROLLO ÓPTIMO DE LA PSICOMOTRICIDAD FINA?
Tanto en el ámbito de actividades
de la vida diaria, como en el más puramente escolar, es necesario haber logrado
un desarrollo óptimo de psicomotricidad fina para poder llegar a desarrollar
habilidades tan variadas como abrocharse botones, los cordones de los zapatos,
coger adecuadamente los cubiertos, controlar el soplo, sonreír, pronunciar
ciertos sonidos, utilizar tijeras y por supuesto, tanto para agarrar como para
manejar adecuadamente los utensilios necesarios para dibujar, pintar y
escribir.
Obviamente, en el caso de hacer
sido detectada una alta capacidad intelectual, y observar que el niño o niña
presenta algún tipo de dificultad en este tipo de habilidades, lo más adecuado
resulta proporcionar un apoyo para que pueda lograr un desarrollo óptimo de las
mismas. Hemos de considerar, por supuesto, que puede incluso haber tenido un
acceso precoz a la lectura, y sin embargo le resulta mucho más costoso
escribir, lo cual puede llegar a resultar muy frustrante para él o ella.
Quisiera comenzar por ciertas actitudes que habría que evitar si lo que deseamos es proporcionarle el apoyo que realmente necesita:
1- No estar recordándole
a cada paso lo mal que escribe. Probablemente ya está siendo consciente de
que no está logrando un nivel de escritura adecuado, por lo que si hacemos aún
más hincapié en aquello que no logra, lo que vamos a obtener es mucha más
desmotivación por el aprendizaje.
2- Dejar de lado sus
potencialidades para centrarse en lo que no consigue. Es habitual que
cuando observamos que un niño o una niña desempeña una habilidad con cierta
soltura, en lugar de centrarnos en ello, se tiende a optar por intentar ayudarle en
aquello que por contra no logra. Con ello lo que en realidad estemos
consiguiendo es colocarle la etiqueta de “no capaz de”, la cual irá
a asumir rápidamente.
Por lo tanto, lo más adecuado
en primera instancia es cuidar esa parte más emocional del aprendizaje, la cual
obviamente no sólo va a repercutir sobre su interés por el mismo, sino además
sobre el desarrollo de su propia autoestima y su autoconcepto.
Es importante por tanto, que
todas aquellas actividades destinadas a promover el desarrollo óptimo de la
psicomotricidad fina se lleven a cabo siempre desde una perspectiva
lúdica, no como una obligación planteada al niño o niña.
Vamos a dejar algunas ideas:
Coordinación óculo-manual:
Mejora de la atención y
coordinación coloreando:
(Fte: Escuela en la Nube)
Desarrollo de psicomotricidad
a través del juego: