... Y es que, al cerebro le gusta jugar, le gusta ganar, le encanta la intriga, y le atrae lo que es emocionalmente positivo.
También, a nuestro cerebro “reptil” le gusta comenzar y finalizar tareas a menudo, ya que está programado para “chequear” constantemente el entorno, y si puede elegir, se decantará por tareas sencillas y expresadas en un lenguaje lo más natural posible.
Daniel Willingham dice que “El cerebro no está diseñado para pensar”. Según el psicólogo cognitivo, “Los seres humanos son naturalmente curiosos, pero a menos que se den las condiciones cognitivas adecuadas evitarán pensar”...