Enlaces, recursos, artículos e imágenes interesantes para trabajar los atentados terroristas del 13 de Noviembre de 2015 de París en el aula . La educación y la cultura de paz son las armas de construcción masiva más poderosas que existen.
Conflictos bélicos y atentados terroristas: cómo responder ante las dudas y preguntas que inquietan a los niños
Cuando se produce un conflicto bélico o un atentado grave, con múltiples víctimas mortales, como los recientes ataques terroristas en París que han causado más de 120 muertos, se genera una sobreinformación y un aluvión de imágenes de los que difícilmente podemos proteger a nuestros hijos y que, por tanto, debemos gestionar de forma proactiva.
Ingeborg Porcar, directora de la Unidad de Trauma, Crisis y
Conflictos de Barcelona (UTCCB) nos detalla cómo debemos
abordar todas las inquietudes de los niños al oír noticias o ver imágenes de
conflictos bélicos o atentados terroristas.
Hasta hace relativamente poco
tiempo, se consideraba que los niños y niñas menores de 8 o 10 años, y
especialmente aquellos en edad preescolar, quedaban al margen de posibles
efectos negativos de dichas informaciones, "protegidos" por su
relativa inmadurez cognitiva. Pero estudios realizados en los últimos 10 años
han demostrado justamente lo contrario y han permitido entender por qué.
Esta situación de
sobreinformación reúne dos características importantes:
- Está presente en todos los espacios de la vida: en
las portadas de la diarios, que reproducen fotografías a gran tamaño y que
se ven en cualquier quiosco, en la calle, camino de la escuela, del
parque; en cualquier televisión, y no sólo a la hora de las noticias,
sino de forma muy reiterada a casi cualquier hora; incluso en
la radio, a la que habitualmente ni nosotros ni nuestros hijos prestan
tanta atención, pero que estos días repiten una y otra vez la última hora
y el balance de víctimas producidas y la evolución de los heridos.
- Muestra imágenes e informaciones que suponen un
reto cognitivo para los niños menores de 8 años y que, por este
motivo, pueden resultar amenazadoras para ellos. Un niño en edad
preescolar no sabe entender que, a pesar de que vea una y otra vez las
imágenes de los restos del atentados y muy posiblemente las declaraciones
de los heridos y supervivientes, éste sólo se produjo una sola vez. Tampoco
sabe valorar qué es un atentado, ni dónde se ha producido, si cerca o
lejos de su casa. Pero seguramente lo más importante es que las
informaciones le confrontan con el dolor, con la idea de la muerte y del
sufrimiento físico, algo que, dependiendo de su edad, quizá no había
pensado aún.
Desde esta perspectiva, es
más que aconsejable que las familias ofrezcan a los niños un marco de referencia
para entender aquello que están viendo, para poder abordar sus dudas y sus
miedos y para tranquilizarlos.
¿Cómo saber si es mejor hablar de lo ocurrido o no hacerlo?
Aunque improbable, puede ocurrir
que nuestros hijos no hayan tenido contacto con las imágenes del atentado o no
se hayan percatado de su gravedad. En esos casos, realmente sería
contraproducente abordar el tema, porque podríamos generar una inquietud
innecesaria.
Por tanto, aconsejamos
preguntarles a los niños si últimamente han visto alguna cosa en la televisión
o en los diarios que les ha llamado la atención. O, en el caso de
niños de entre 6 y 8 años, si saben lo que ha ocurrido recientemente en
París. En caso afirmativo, continuaremos hablando con ellos sobre lo
ocurrido.
De lo contrario, no lo
abordaremos directamente. Les diremos que ha habido unos problemas (sin
especificar) y que algunos adultos y niños más mayores han estado viendo la
televisión e informándose. Pero que estas informaciones a veces confunden a
niños de su edad. Y que por ello les aconsejamos que siempre que alguna
noticia les llame la atención nos pregunten para que así lo podamos hablar
entre todos.
¿Cómo abordar el tema?
Preguntas como las siguientes
pueden ayudarnos a guiar la conversación con nuestros hijos:
- ¿Qué crees que ha pasado?
- ¿Qué foto (imagen) te ha llamado la atención?
- ¿Tú sabes lo que es un atentado?
- ¿Y qué piensas por qué ocurren los atentados?
- ¿Sabes dónde ha ocurrido? ¿Eso está cerca o lejos
de aquí?
La idea que subyace a estas
preguntas es evaluar qué información tiene el niño y cómo la ha
interpretado. Sólo así podremos tranquilizarle y corregir o complementar su
visión sin añadir preocupaciones o informaciones que aún no ha
entendido o pensado.
¿Cuál es la mejor forma de
responder a las preguntas que nos formulan nuestros hijos?
La mejor manera de dar respuesta
a las preguntas y a los comentarios de nuestros hijos supone
respetar los siguientes principios:
- Responder a todas las inquietudes y comentarios que
nos hagan los niños, sin valorar su contenido y con máximo respeto por lo
que han pensado y les inquieta.
- Tratar, siempre que se pueda, de tranquilizar a
nuestros hijos, haciéndoles ver que en nuestro país, por suerte,
los atentados son muy infrecuentes, aunque en otros países, lejos de aquí,
ocurren a menudo.
- Subrayar siempre la disponibilidad de ayuda en
nuestra sociedad: si nos ocurre algo hay muchas personas que nos
ayudan (la policía, los bomberos, las ambulancias, etc.).
- Ser absolutamente honestos con nuestras
respuestas: si hacemos falsas promesas a nuestros hijos, éstos se
van a sentir engañados.
- Responder sólo a lo que ha preguntado o
comentado nuestro hijo, sin ir más allá, ya que con esto podríamos
estar generando nuevas dudas o miedos. Pero jamás debemos de dejar
preguntas sin contestar.
- Hay una pregunta que suele presentar dificultades
cuando las familias abordan estos temas con sus hijos. Es la referida a
los motivos, la pregunta acerca de por qué unas personas matan a otras. Es
importante dar respuestas sencillas a esta pregunta, para que los niños no
se asusten por la complejidad de nuestras explicaciones. En este
sentido, una buena respuesta puede ser que nosotros tampoco lo
entendemos, porque nunca una persona debería matar a otra.
¿Qué preguntas suelen ser las más habituales?
Para prepararnos para hablar con
nuestros hijos, podemos reflexionar previamente sobre las siguientes preguntas
que habitualmente formulan los niños:
- ¿Cómo se hacen los atentados?
- ¿Quién hace explotar las bombas?
- ¿Por qué la policía no ha evitado que hubiera un
atentado?
- ¿Las personas que hacen esto (los autores de los
atentados) van a la cárcel?
- ¿Cómo es que los médicos no pueden curar a los
heridos?
- ¿Había niños en el atentado?
Quizá pueda parecernos algo
amenazador hablar con nuestros hijos de sucesos tristes y traumáticos como los
atentados. Y nos puede dar la sensación de que hablar de estas cuestiones
genera miedos.
Tengamos en cuenta dos ideas
al respecto:
- Cuando un niño tiene preguntas y no sabe o no puede
encontrar respuestas, se las da él mismo o lo habla con otros niños de su
edad. Y las respuestas que construye sin ayuda de un adulto
siempre son más amenazadoras que las que les vamos a brindar
nosotros, los adultos, desde la comprensión de lo que les inquieta.
- Si nuestro hijo es pequeño, ésta sea quizá la
primera vez que se enfrenta al dolor humano. Pero no será la última.
Acompañarle y ayudarle a entender qué ocurre cuando la vida nos plantea
situaciones duras es modelar su respuesta ante la vida y prepararle
para el futuro.