La utilización de genogramas en
terapia sistémica es una herramienta muy últil y habitual. El valor mas
importante del genograma es el impacto visual que tiene, ya que permite que de
un solo vistazo podamos identificar los roles y patrones de interacción de un
determinado sistema familiar que puede incluir varias generaciones. Otra
ventaja muy importante es el hecho de ser una herramienta que podemos utilizar
cuando trabajamos con niños o adolescentes reticentes a implicarse en la
intervención, pudiéndose convertir en un facilitador para hablar de la familia,
inicialmente de lo mas estructural para ir profundizando a un nivel mas
relacional.
En muchas situaciones, empezar a
hablar de quién es quién en la familia es más fácil que hablar de quién hace
qué a quién y de cómo se sienten los distintos miembros de la familia cuando
esto ocurre.
El genograma consiste en una
representación gráfica, dónde se recoge la información de tres generaciones de
la familia con la que se está trabajando. Se incluye información tanto
demográfica como relacional.
El genograma nos permite conocer
a la familia mas a fondo, tanto a los que acuden a terapia como a aquellos de
los que se habla durante la misma, pero no se les conecta con el resto. Todo
esto también nos permite realizar hipótesis acerca de la relación entre el
problema y el contexto familiar, la evolución del problema a lo largo del
tiempo, su relación con el ciclo vital de la familia etc.
El dibujo del genograma tiene en
si mismo una función terapéutica y no consiste meramente en una prueba
diagnóstica ni de recogida de información. Podemos entender el genograma como
un medio para llegar a compartir información con el resto de miembros de
la familia, nos permite ayudar a los distintos pacientes. En algunos casos,
incluso nos ayuda a que miembros de la familia que se mantienen mas al margen
se impliquen y colaboren compartiendo información, viendo ésta como la vía mas
segura para hablar de su familia y de ellos mismos. En algunos casos, solo el
simple hecho de observar el genograma ya nos da una visión de aquellos patrones
relacionales que se repiten de generación en generación, haciéndose conscientes
y convirtiéndose en un primer paso para poder hacer cambios.
La representación del genograma
se suele hacer durante las primeras sesiones, ya que permite que tengamos un
marco mas claro a partir del cual empezar a intervenir y realizar
hipótesis de trabajo.
En cuanto al dibujo del
genograma, la construcción del mismo se compone de tres fases sucesivas:
trazado de la estructura familiar; recogida de la información básica
sobre la familia; y delineado de las relaciones familiares. La primera
representación consiste en dibujar las figuras (p. ej. cuadrado, círculo) que
simbolizan cada miembro de la familia y las líneas que los unen que determinan
el tipo de relación que se establece entre ellos. Los miembros varones se
representan con cuadrados y las mujeres con círculos. Además, se emplea una
línea de puntos para indicar la convivencia de los diferentes miembros,
incluyendo en un mismo círculo aquellas personas que conviven compartiendo
casa.
Mas pormenorizado, este sería el
proceso de creación del genograma:
En primer lugar, se traza la
estructura del genograma: personas que componen la familia, vínculos de sangre
y legales existentes entre ellos y fechas más importantes (nacimiento, muerte,
matrimonio, separación, etc).
En segundo lugar se incorpora la
información funcional más relevante: datos de funcionamiento psicológico,
médico y general que sean importantes (enfermedades físicas o mentales, sucesos
llamativos, éxitos o fracasos llamativos
Se trazan las relaciones más
significativas entre los miembros (alianzas, conflictos, corte emocional…).
Señalando con diversos símbolos aquellas mas significativas (que sean mejores o
peores).
Por último, se señalan en una
hoja aparte aquellos datos que no se pueden representar gráficamente porque
requieren de una mayor explicación (sucesos familiares importantes, Conflictos
llamativos y motivos del mismo, etc.) y los datos de historia familiar que
permiten contextualizar y entender a esa familia en concreto.
Por último y a partir de la
información que se ha registrado tanto en el gráfico como en las hojas de
datos, se recogen las características familiares más significativas, los
recursos o habilidades que tiene esa familia y las posibles dificultades que puede
tener como familia o con respecto a algún miembro en particular.
A la hora de elaborar el
genograma, tenemos la opción de lápiz y papel, dibujándolo junto a la familia o
alguno de sus miembros y completándolo poco a poco según avancen las sesiones.
Podría ser muy interesante reunir información de distintos familiares, ya que
esto hará que aumente la confiabilidad y proporcionará la posibilidad de
comparar perspectivas y observar interacciones en directo. Partimos de la base
de que es posible que los miembros de una familia relaten las historias de los
mismos sucesos de forma totalmente distinta.
Por otro lado, también podemos
utilizar el programa de ordenador GenoPro,
que ofrece una solución práctica a la creación de árboles familiares y
genogramas. El programa puede mostrar una representación gráfica
completa de un árbol genealógico, facilitando el estudio de los individuos
de una familia.
Personalmente, yo me inclino por
realizar un genograma a mano alzada junto con los miembros de la familia y
posteriormente hacerlo en el ordenador e ir incluyendo información si es
necesario.
Un ejemplo de cómo quedaría un
genograma con este GenoPro sería el siguiente:
Fonte: Psyciencia