La ausencia del cromosoma 6 provoca en Olivia Farnsworth una
sintomatología inédita hasta la fecha según todos los médicos que la
han tratado. A lo largo de sus siete años de vida, esta pequeña británica no
sabe lo que es el hambre, el cansancio o el dolor. Su madre, Niki Trepak,
aseguró al Daily Mail que la falta de estas tres sensaciones
hacen que su hija no tenga «percepción del peligro», algo que ha generado
comportamientos un tanto extraños desde su nacimiento.
A diferencia de la mayoría de padres primerizos, la madre de Olivia
Farnsworth apenas tuvo que soportar llantos desesperados y continuos de su
hija, que además dejó de tomar siestas con tan solo nueve meses. La falta de
cansancio en su cuerpo provoca una dificultad considerable a la hora de
conciliar el sueño hasta el punto de que ha llegado a pasar hasta tres días sin
dormir.
El no sentir hambre, cansancio ni dolor ha provocado otros
capítulos sorprendentes en la vida de Olivia. Tras una caída en la guardería,
la pequeña se partió el labio inferior, y en lugar de llorar y gritar como
haría cualquier niño en su situación se puso a toquetearlo sin ni siquiera
pestañear. El labio necesitó de cirugía, y fue precisamente el médico que la
atendió el que alertó a su madre de que era muy extraño lo que le sucedía a su
niña y a raíz de ahí comenzaron a hacerle pruebas.
La peor situación en relación con su alteración genética ocurrió tras un
accidente. Un coche atropelló a Olivia Farnsworth y la
arrastró a lo largo de veinte metros. Su madre asegura que cuando se acercó a
su hija gritando la pequeña la miró tranquila y le espetó un simple «¿qué
pasa?». A pesar de tener la marca del neumático en el pecho y perder parte de
la carne de los dedos del pie y la cadera,Olivia Farnsworth no sintió dolor
alguno. Los médicos creen que el accidente no desencadenó en algo peor
porque la niña no tensó su cuerpo en el momento del impacto. «Los médicos la
llaman la niña biónica porque parece estar hecha de acero», comenta su madre.
Fonte: Novo