Las malas noticias casi siempre causan malestar, tanto en la persona que la recibe como en la que la da. Hacer que una persona conozca por nosotros unos hechos que le van a sentar mal puede generar un sentimiento de incomodidad tan fuerte que dé lugar a malentendidos o generar problemas añadidos.
Además, si creemos no estar
preparados para dar esta noticia es posible que posterguemos indefinidamente
esta tarea para no enfrentarnos a las consecuencias indeseadas de no saber
qué decir, y esto es algo que posiblemente afectará negativamente tanto a la
persona que debe ser informada como a otras partes involucradas (por ejemplo,
si trabajamos en un hospital).
Así pues, para saber cómo
afrontar estas situaciones es conveniente tener claras unas pautas de
comportamiento básicas. A continuación puedes leer algunos consejos que te
ayudarán a saber cómo dar una mala noticia.
Consejos para saber dar malas
noticias;
1. Pararse a pensar si somos la persona indicada para darla
Este punto es básico, ya que no
conviene dar por supuesto que debemos ser nosotros los que informen de la mala
noticia. Piensa en calidad de qué podrías ser tú la persona informante, si
tu rol
profesional incluye este tipo de acciones (en el caso de que estés
ejerciendo una profesión al contactar con esa persona) y si no hay alternativas
mejores.
2. Pensar en nuestro propio estado emocional
Para dar a conocer una mala
noticia es bueno tener en cuenta cuantas más variables posibles. Por eso, es
bueno pararse a reflexionar, aunque sea brevemente, acerca de los sentimientos
que genera en nosotros esta noticia. De ese modo ganaremos un cierto control
sobre la situación, ya que conoceremos mejor las actitudes y pensamientos
entorno a esa noticia por parte de uno de los dos agentes que van a estar
involucrados en el diálogo: nosotros.
Si juzgamos que estamos demasiado
implicados emocionalmente con la información que vamos a dar, podemos
plantearnos volver al punto 1 y pensar en otras personas para comunicar la
mala noticia.
3. Anticipar la reacción de la
otra persona
Técnicamente, este consejo no es
para dar correctamente una mala noticia, pero debe formar parte de tu
breve planificación previa para esperarte ciertos comportamientos y preparar
posibles soluciones.
4. Elegir bien el momento
Cuando des la mala noticia, es
importante que la otra persona pueda concedernos toda su atención y que no
lleve consigo una carga emocional intensa derivada de las actividades que
ha estado haciendo recientemente. Por eso, si es posible, elige bien el momento
en el que la otra persona no esté ni muy estresada ni especialmente excitada
por cualquier circunstancia, ya que esto podría hacer que la noticia tenga un
mayor impacto emocional y que ese momento vaya a recordarse como una
experiencia aún más desagradable.
Si no es posible elegir un
momento en el futuro a corto plazo para informar a la otra persona, deja claro
desde el principio que tienes algo importante que decir: no empieces
hablando de otra cosa.
5. Buscar un contexto tranquilo y emocionalmente neutro
En la línea del punto anterior, el
contexto en el que vayas a dar la mala noticia debería no tener distracciones y
ser tranquilo. De este modo, la comunicación será más fluida y no habrá
estresores ambientales. Elige un lugar de los que tengas a mano, ya que debes
dirigir a la persona hacia él sin darle aún la noticia, simplemente para que te
siga y anticipe la importancia de lo que va a ocurrir.
6. Mantener cierta proximidad con la persona
Aunque no mantengas una amistad con
el interlocutor o interlocutora, es bueno estar cerca a la hora de
comunicar la noticia. De este modo la persona se sentirá más confortada y
estarás en mejor disposición de prestarle ayuda si la necesita. Procura,
además, que no haya ningún mueble separándoos y que vuestros ojos queden más o
menos a la misma altura, para que no se noten asimetrías de poder entre
vosotros.
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emocionales"
7. Sentarse, ambos
Este consejo es más
importante cuanto peor es la noticia que se quiere dar. Sentarse hace que gran
parte del cuerpo se relaje, lo cual a su vez hace que sea más fácil prestar
atención y, por otro lado, puede ayudar a eliminar parte de la tensión antes y
durante la entrega de la noticia. Además, si adoptamos una postura
relativamente relajada (sin cruzar ni los brazos ni las piernas y sin
encorvarnos demasiado) es muy posible que la otra persona tienda a imitarnos
aún sin darse cuenta, de modo que ella también se sentirá algo más
relajada.
Por otro lado, al estar sentada
la otra persona no caerá al suelo si se desmaya o nota que pierde fuerzas
momentáneamente debido a su estado de ánimo.
8. ¿Tocar, no tocar...?
A no ser que seamos alguien muy
cercano a la otra persona, es preferible no tocarla con la mano o el brazo
justo antes de darle la noticia, ya que esto podría hacer que se estrese muy
rápido y que no pueda concentrarse bien en lo que estamos diciendo. Podemos
hacerlo, si lo creemos conveniente, después de haberlo comunicado, para
confortarla.
9. Empezar contando lo más importante, aunque sin brusquedad
Es fundamental que empieces
hablando sobre la información que debes dar, sin rodeos, ya que eso
enrarecerá el ambiente y será incoherente con todo lo que has hecho antes
(acciones que van enfocadas a expresar la importancia de ese momento). Sin
embargo, es preferible que transcurran unos pocos segundos entre que
empiezas a hablar y el momento en el que se nombra la peor parte de la noticia,
para introducir gradualmente el tema. Es por eso que no es bueno resumir la
noticia en un sólo titular de periódico.
Una vez hayas dicho lo
importante, puedes contar los detalles después si crees que es oportuno y la
otra persona está en disposición de seguir escuchando.
10. Utilizar un lenguaje neutro y dar la información objetivamente
Lo que vamos a decir es muy
importante, de modo que lo mejor es no "prefabricar" un punto de
vista o un estado de opinión que vayamos a imponerle a la otra persona. Dar una
mala noticia es algo que tiene sentido porque la otra persona necesita conocer
una información relevante y asimilarla a su manera.
Además, dar los datos junto a
nuestra opinión o punto de vista puede ser una manera de ocultar cosas o dar
una información sesgada, aún cuando no nos demos cuenta, ofreciendo normalmente
una noticia demasiado optimista.
11. Reformular lo ocurrido, si se puede
Una vez se ha dicho lo
importante, podemos ofrecer un punto de vista que complete la información
anterior, abriendo un abanico de posibilidades más esperanzador. Sin embargo,
es muy importante hacer esto sólo si se está siendo realista al plantear estas
expectativas y realmente creemos en lo que estamos diciendo.
La sinceridad y la transparencia
son fundamentales.
12. No implicarse emocionalmente si no es para confortar a la otra persona
En los momentos en los que damos
la noticia, debemos velar por el bienestar de nuestro interlocutor. Por
eso conviene distanciarnos lo suficiente como para que no tengamos que
exteriorizar nuestros propios sentimientos y sea la otra persona la que pueda
gestionar los suyos.
Esto puede hacerse, por ejemplo, no
reaccionando negativamente si la otra persona nos culpa de lo ocurrido o si se
enfada con nosotros sin ningún motivo.