Que é a anemia de Fanconi?




La anemia de Fanconi es una grave enfermedad que fue descubierta en el año 1927 por un pediatra suizo llamado Guido Fanconi. Esta enfermedad se manifiesta principalmente en niños a través de anemias y episodios infecciosos y hemorrágicos que suelen ser persistentes y severos. La causa por la cual aparecen estos síntomas es la desaparición progresiva de las células sanguíneas que participan en estos procesos, los enfermos de anemia de Fanconi poseen también una elevada predisposición al cáncer, principalmente leucemias.

A pesar de su gravedad, esta enfermedad hereditaria es muy poco conocida entre la sociedad, ya que son pocos los casos descritos en la población. En España se sospecha que existen alrededor de cien familias afectadas. Con frecuencia el drama familiar asociado a la enfermedad se agudiza por el desconocimiento de la misma.

El tratamiento de elección para los pacientes con anemia de Fanconi es el transplante de médula ósea a partir de un donante familiar compatible. No obstante, las probabilidades de que un miembro de la familia del enfermo sea histocompatible con este son pequeñas. Como consecuencia de ello, los hospitales y los laboratorios de investigación biomédica trabajan unidos para encontrar nuevas oportunidades para la curación de los enfermos de anemia de Fanconi. El transplante de células de sangre de cordón umbilical, o la terapia génica, son ejemplos recientes de nuevas posibilidades que se abren en el tratamiento.



¿ CÓMO SE MANIFIESTA Y SE DIAGNOSTICA LA ENFERMEDAD ?

Los científicos opinan que un número relativamente elevado de pacientes con anemia de Fanconi (AF) no es diagnosticado. Los motivos principales radican en que esta enfermedad es muy poco frecuente, y que se manifiesta de diferentes formas. Algunos bebés son diagnosticados al nacer. Otros niños llegan a adultos antes de que se descubra que están afectados. Algunos pacientes nunca son diagnosticados correctamente. Es, por tanto, necesario hacer un esfuerzo para que los síntomas y signos característicos de esta enfermedad sean mejor conocidos. 

1. Defectos aparentes en el nacimiento

Muchos de los pacientes AF presentan defectos de nacimiento. Estos defectos pueden afectar a cualquier órgano del cuerpo, si bien la aparición de los diferentes tipos de anomalías no son predecibles, ni siquiera en familias donde más de un hijo es paciente AF.
Entre los problemas de nacimiento más frecuentes se encuentran:
  • Baja estatura:
Esta característica es común y muy llamativa. Más del 50% de los pacientes AF están por debajo del tercer percentil de altura.
  • Anomalías del pulgar y el brazo:
La enfermedad AF se puede sospechar cuando un bebé nace con los pulgares deformes, sin ellos, con algún pulgar extra, con un desarrollo incompleto del radio o sin él.
  • Anomalías adicionales del esqueleto:
Alrededor de uno de cada cinco pacientes AF sufren de una amplia gama de defectos del esqueleto, como anormalidades congénitas de la cadera ó malformaciones espinales. 
  • Problemas renales:
Algunos pacientes AF nacen sin un riñón, o con riñones deformes ó fusionados. Aproximadamente uno de cada cuatro pacientes tienen estos problemas que se conocen como “malformaciones renales estructurales”. 
  • Decoloración de la piel:
Muchos pacientes AF desarrollan manchas “café con leche”, que son más grandes que los lunares y más oscuras que la piel. Bien el cuerpo entero o bien grandes partes de él pueden presentar un aspecto de bronceado, una condición llamada “hiperpigmentación”. 
  • Cabeza y ojos pequeños.
  • Bajo peso al nacer.
  • Problemas de corazón:
Algunos pacientes AF nacen con defectos coronarios, normalmente en tejidos que separan las cavidades del corazón. 
  • Anormalidades del sistema gastrointestinal:
Algunos pacientes nacen necesitando cirugía inmediata para corregir problemas de estómago, esófago o tracto intestinal.

2. Rotura de cromosomas y otras pruebas 

La prueba recomendada para confirmar un diagnóstico de AF tiene como fundamento la toma de una pequeña muestra de sangre del paciente y el tratamiento de los linfocitos del mismo con agentes químicos que producen entrecruzamientos en las cadenas del ADN, tales como el diepoxibutano (DEB) o la mitomicina C (MMC). En estas condiciones, los cromosomas de pacientes AF se rompen, originando formas características de la enfermedad. Los cromosomas de células normales son más estables. Si los resultados de roturas cromosómicas son negativos pero el paciente manifiesta otros síntomas de AF, puede resultar conveniente realizar pruebas complementarias sobre fibroblastos de piel.

A partir de las muestras de sangre los científicos pueden realizar también estudios que permitan identificar el gen que es responsable de la enfermedad del paciente, así como también caracterizar las mutaciones implicadas en la enfermedad, siempre y cuando el gen defectivo haya sido ya descubierto. 

Mediante estas pruebas, científicos especializados y debidamente equipados pueden confirmar la sospecha de que un determinado paciente posea la enfermedad de AF. Es absolutamente esencial establecer el diagnóstico de AF basado en estas pruebas, ya que las características clínicas de muchas enfermedades se parecen mucho a AF. 

Los hermanos de los pacientes AF también deben también someterse a una o más de estas pruebas, tanto para descartar su enfermedad como para que sean considerados como un posible donante del hermano enfermo. Si la familia está considerando un transplante de médula ósea de un miembro de la familia, es crucial que los donantes potenciales se hagan la prueba de rotura de cromosomas, así como la de compatibilidad de tejidos. 

El diagnóstico de AF puede ser realizado incluso antes del nacimiento. Este diagnóstico se puede hacer mediante biopsia corial, que se hace entre la semana 10 y 12 de gestación, o mediante amniocentesis, que se suele hacer entre la  semana 15 y 17 de gestación.





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